En 2019 me encontraba totalmente devastada. Mi pareja me había engañado, me encontraba rogándole que no me deje. Vivía en la casa de mi mamá con quien toda la vida había tenido una mala relación. Lo que ganaba trabajando no me alcanzaba para nada. Tuve trastornos alimenticios, depresión, y hasta un intento de suicidio.
En 2019 no tenía más fuerzas para nada, literalmente. Recuerdo que me encerraba en el baño (en el único lugar que sentía que podía tener un poco de privacidad) y lloraba en el piso, mientras me golpeaba la cabeza y me preguntaba por qué, por qué siempre a mi, por qué desde chiquita tanto sufrimiento. (Porque hay muchas cosas que no conté acá…)
De repente me llegó un mensaje de una conocida que iba a guiar una terapia de reprogramación con el espejo, le conté cómo me sentía y me dijo que me sume… que eso era para mi. Y lo hice, no tenía nada que perder.
Lo que siguió a partir de ese momento es algo que ni siquiera puedo poner en palabras. Fueron 21 días trabajando en mi, sanando, comprendiendo, liberando desde el amor todo el dolor que sentía. Fue ir a abrazar a la niña que fui, fue entender que estaba ahí para mi… fue un proceso tan pero tan sanador y liberador… de verdad lo mejor que pude haber hecho.
¿Cómo cambió mi vida?
Esto fue en Mayo, ese mismo año en Diciembre, estaba con mi emprendimiento que ya había facturado su primer millón, me empecé a construir mi casa, pude resolver la situación con mi ex desde el amor (propio sobre todo) y entender que nadie ME hizo nada, pude mejorar la relación con mi mamá (que toda mi vida me dolió) y sobre todo, pude ver toda mi vida desde una perspectiva distinta que me hizo empezar a ver posibilidades en donde antes solo veía problemas.
Sanar uno mismo es definitivamente la manera de sanar toda tu vida, y para eso es necesario sanar al niño interior que está herido, que vivió un montón de cosas y tal vez antes no tuvo las herramientas para resolverlo ni tampoco pudieron ayudarlo los adultos responsables… hoy somos nuestros adultos responsables y justamente es NUESTRA RESPONSABILIDAD darnos lo que merecemos, sanar y abrazarnos.
Este trabajo tuvo tanto impacto en mí, que decidí después compartirlo para que más personas puedan vivenciarlo. Deseo que todas las personas puedan pasar por esta experiencia para desbloquear sus vidas. Porque así se siente, es como la llave que después abre todas las puertas.
Si querés ser parte de esta experiencia, te espero dentro para acompañarte durante 21 días a través de reflexiones, trabajos con el espejo y meditaciones para sanar y transformarte a niveles que ni siquiera podés imaginarte.
Es tu momento, no llegaste acá por casualidad… atendé el llamado.